La Frontera – Tania Patricia Mendoza

Política, Vicio y Virtud

Tania Patricia Mendoza

Inspirada en el título de nuestro blog, retomo el tema migratorio en nuestro país. Y retomar es un decir, por que es un tema que ha estado presente siempre. Sin embargo, la emergencia que ha transitado de Guatemala a Tijuana en los últimos meses de este 2018, verdaderamente atípico, llama a la reflexión política, social y moral.

 

Movimiento migratorio atípico

Ya más de un mes de aquel movimiento masivo de migrantes centroamericanos, principalmente de origen hondureño a nuestras fronteras. Era el 25 de octubre de los corrientes cuando atravesaron el Río Suchiate y fuimos testigos, a través de los medios de comunicación, que aun con la resistencia que la federación buscó sostener para evitar el ingreso violento, pudo más la presión migratoria, la presencia de mujeres y niños en la caravana, y los cientos de personas que sin importar la manera iban a pasar de Guatemala a nuestro País.

Desde aquel día, diariamente hemos escuchado del avance de las caravanas que se formaron con cientos y, en casos, miles de migrantes que viajaron a lo largo de México. La noticia comenzó a ser más común día con día y el reclamo, a favor y en contra, también. Sin embargo, este fenómeno no es exclusivo de nuestros tiempos, siempre ha existido y aún más con los cambios políticos y medioambientales. Es un hecho que cada día será mayor el movimiento de masas en el Continente americano, cosa que en Europa ya es una realidad.

Los gobiernos involucrados comenzaron a expresar posturas y con ello acciones. El gobierno estadounidense ha marcado que su postura, evidentemente, es la de no acceso y, en México, pareciera que el problema se sale de las manos. El entonces presidente comenzó a acatar las recomendaciones internacionales, poniendo los insumos básicos necesarios para los migrantes a través de campamentos, alimentos, medicinas y atención especial a niños y mujeres.

No puedo dejar pasar que la ayuda social fue clave, pero así también las molestias. Pues, como dicen popularmente, no es lo mismo verlos de lejos que tener al migrante en la puerta de tu casa.

 

Arribando a la frontera

Hace ya un par de semanas que llegó la primera caravana a Tijuana. Los que integraban esta primera caravana, fuera de las ilusiones válidas que cada historia trae inmersa, se dieron cuenta que las condiciones en esta frontera no eran las mismas de Guatemala, o las que sus familiares hace años atravesaron. El Gobierno de Trump dejó claro que no pasará nadie sin papeles y que, si no hay dinero para construir el muro, el Ejército norteamericano no cederá terreno para evitar el paso ilegal.

A la fecha, según datos del mismo gobierno de Honduras, se ha reportado el retorno de más de 7,164 hondureños, cifra que irá en aumento por el número de deportaciones que se irán generando al paso de los días. Los migrantes ya en la frontera, no quieren abandonar el sueño americano, y han comenzado a recurrir al plan B: apoyarse de las instancias legales que les permiten e iniciar el trámite de asilo en México dado las dificultades de obtener un refugio en Estados Unidos.

Lo anterior coloca al gobierno entrante frente a un gran reto: la reinserción social y por lo tanto laboral, de aquellos que decidieron y decidirán permanecer en el país. Este fenómeno, real y en aumento, seguirá siendo un pendiente para el presidente Andrés Manuel, pues no sólo en Honduras, Guatemala y el Salvador las personas huyen de la violencia y la pobreza. México tiene un gran desafío no solo como gobierno, también como sociedad.

Nos leemos pronto…

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